Eugenia Román nació en 1978 y vive en Tunuyán, Mendoza, Argentina. Es Profesora de Lengua, Literatura y latín. Profesora de Interpretación poética y arte escénico. Licenciada en Literatura Infantil y Juvenil. Posee diplomatura y especialización en Lectura, Escritura y Educación. especialización en Educación y TIC. Especialización en Escritura y Literatura. Especialización en Alfabetización Inicial. Ha realizado una Actualización Docente de Nivel Superior en Formación Docente y una Actualización académica en Literatura Infantil y Juvenil. Dicta Alfabetización inicial y Lengua y Literatura LIJ en un Instituto de Educación Superior, donde es Coordinadora del Postítulo en LIJ y también dicta Lengua y Literatura en un Centro de Educación Básica de Jóvenes y Adultos.
Investiga, lee y escribe para las infancias. Algunos de sus libros publicados son: Cuentan en el gallinero, La tía de los helados, Tan cerca, ¡Achís!, entre otros.
Ofrece talleres y ha participado en Campañas de promoción a la lectura y en antologías literarias de Argentina, España y México. Recibió una Mención especial en el Certamen Literario Vendimia y fue Finalista del V Concurso Internacional “Soy autor de Libro álbum”.
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Hemos gozado con el libro de la rana, muy didáctico y a mi hija le fascina! También caballito blanco y los perritos
Hermoso libro, buena calidad y su contenido e ilustraciones muy lindas
Leer es una aventura, una invitación a dejarse llevar por las palabras escritas a mundos diversos. En este caso la expedición propuesta por Octavia Mosciatti y Loreto Salinas nos acerca al maravilloso mundo de los hongos. Ambas, escritora e ilustradora, logran desplegar en cada página un clima de enseñanza entretenido y didáctico, lo hacen de forma amena y se convierten en una voz sabia y suave que nos acompaña en la caminata brindando información, revelando secretos, regalando imágenes hermosas que ralentizan la lectura y seducen a tal punto que perduran como si las imágenes pudieran atraparse con la vista y el sentimiento. Al menos, así lo hice cuando caminé por las páginas del libro y descubrí líquenes, mohos, setas que brillan en la oscuridad, setas con forma de copas y orejas... fui hacia adelante, fui hacia atrás, encontré senderos inesperados entre títulos y dibujos. Descubrí también que habitar este libro nos hace aprender a vivir mejor en el mundo que nos rodea, que las páginas se abren y cierran como alas y uno vuela -cada uno a su manera- a los montes de la memoria, a los bosques del hoy y entiende, si los pasos no fueron en vano, aunque fueran hacia adelante y hacia atrás, aunque sean zizagueantes, aunque nos arrodillemos en cada encuentro y demoremos en dar vuelta una página, entiende, lo importante de los montes del futuro. Donde hay hongos hay vida entrelazada, sí, comparto, cierro el libro, siento la textura de la tapa telada, la erre y la efe de Reino Fungi parecen miceliar pequeñas hifas y las esporas magentas vuelan hacia la contratapa. Ahora quizás vaya al monte... o quizás encienda el microscopio... o quizás abra de nuevo el libro esta vez desde atrás, para dispersarme en el glosario, porque me gustan las palabras, me gustan los hongos, porque me gusta leer y aprender.
A mi hijo le ha encantado este libro, los dibujos de aves e insectos voladores son muy lindos.