La ronda es un libro muy especial: el texto es el poema “¿En dónde tejemos la ronda?” de nuestra querida Gabriela Mistral y las ilustraciones son de Isabel Hojas, reconocida ilustradora chilena y autora de varios libros en Amanuta.
La ronda tiene un formato especial que recrea una ronda infantil; es un libro en acordeón cerrado, que, al estar abierto, forma un círculo. El libro es de cartón grueso y resistente.
Amanuta: ¿Qué técnicas análogas utilizas en tu trabajo? ¿Por qué elegiste estas técnicas en lugar de las digitales?
Isabel Hojas: He usado muchas técnicas en mi recorrido como ilustradora. La técnica con que trabajo los libros es una elección bien de guata, sensorial, muy subjetiva según lo que me ha pasado al leer el proyecto y es –en general– inmediata. Me sirve de base para empezar a buscar el imaginario a través del croquis. El modo de resolver una imagen cambia necesariamente con la materialidad que ésta tiene.
Me siento más cómoda con lo análogo. Soy muy torpe y lenta en el ámbito digital, tengo ahí una deuda importante, lo digital es un mundazo y se hacen cosas muy lindas cuando ese medio se usa con sentido.
A: ¿Dónde sueles buscar inspiración para tus ilustraciones? ¿Hay algún lugar, libro o experiencia que te haya influenciado especialmente en La ronda?
IH: En general, cuando empiezo a pensar en un proyecto, me sirve mucho ver fotos del ambiente en donde se desarrolla la historia, la época… Para La ronda, en particular, me inspiré en esas ronditas de papel recortado (lo que creo que es super evidente en el libro). Por esos días, yo pasaba haciendo esos recortes para jugar con mi hijo y volviendo un poco atrás, es probable que me pareciera tan de perogrullo esa relación, que traté de escapar de esa solución por un rato...
A: ¿Cómo desarrollaste el concepto para La ronda? ¿Hubo alguna idea inicial que evolucionó a lo largo del proceso?
IH: La Ronda fue un libro que evolucionó y cambió mucho en el proceso.
Partió de cero como 4 veces.
En esos días tenía más tiempo para pensar que para sentarme en mi mesa a trabajar. Cuando lograba sentarme, ya no me parecía tan inspirador el recorrido que había empezado, porque mi cabeza ya había pasado de largo y estaba en otra solución.
Al fin, terminé en lo que me parecía más, más básico, que eran las rondas de papel, sumando también, la idea de jugar con la arquitectura del libro y usarla. Me propuse –usando la estructura del libro acordeón cerrado– el juego de usar exactamente la misma silueta y también los mismos colores en el anverso y reverso, como si realmente estuviera trabajando con una figura recortada y yo la dibujara y pintara por los dos lados.
A: ¿Puedes describir tu proceso de ilustración? ¿Cómo pasas de los bocetos iniciales a las ilustraciones finales?
IH: Hago mucho croquis para los libros. Es lo que me permite aterrizar las ideas. Para la Ronda, fue un poco diferente, porque croqueaba una idea básica de personaje (externo o interno) para generar la silueta que iba a determinar también el otro lado. Cuando ya tenía eso, empezaba la negociación entre ambos lados, luego lo calcaba en Illustrator para tener una delimitación limpia y exacta. Sobre ese dibujo y su espejo, empezaba los croquis para trabajar en los originales, hechos con recortes sobre trupán.
A: ¿Cómo elegiste la paleta de colores y el estilo visual para este libro en particular? ¿Qué emociones o sensaciones querías transmitir?
IH: Los colores me los iba proponiendo el paisaje del recorrido que hace Gabriela Mistral por distintos paisajes: cordillera, mar y bosque. Como chilena, obviamente me lleva a evocar paisajes emblemáticos de nuestro país. El clima, la geografía de cada uno de los escenarios me dictó una determinada paleta, que luego reduje para replicarla en distintas proporciones en el lado contrario.
Ese empeño me hizo olvidar el género de algunos versos, por ejemplo, cuando se el poema se refiere a Monte y yo lo ilustré montaña. Mi monte es una gran señora Montaña, señora Cordillera.
Cuando ilustro, casi nunca me planteo la idea de “transmitir” algo concreto. Creo que la mirada de otra persona es subjetiva y espero, ojalá, que algo de la imagen que hice le resuene. Eso que en otro posiblemente resuene en conjunto con la historia, será diferente que lo que gatilló en mi hacerlo de ese modo. Ese eco insospechado siempre me sorprende, esa variedad me maravilla.
A: ¿Cuáles fueron algunos de los mayores desafíos que enfrentaste al ilustrar La ronda?
IH: Mi mayor desafío, y sigue siendo hoy, es conciliar mi oficio de ilustradora con la maternidad, la reducción tan importante de tiempo de taller. Estaba acostumbrada a disponer de ese espacio como una especie de catedral de paz y me cuesta concentrarme sin paz. El lado B, es que los niños son una fuente inagotable de ideas.
A: ¿Hubo algún momento en particular durante el proceso de creación de La ronda que te resultó especialmente gratificante?
IH: Me gusta mucho, al pensar la solución de un libro y proponerme juegos, con reglas que me generen restricciones, que debo respetar o buscar la manera de sortear para avanzar y la Ronda está lleno de eso.
A: ¿Qué aprendiste de la experiencia de trabajar en La ronda? ¿Hay algo que cambiarías si tuvieras la oportunidad?
IH: Mejor dejar el libro sin esa oportunidad. Siempre, siempre podría cambiar algo de un libro ya terminado.
A: ¿Qué esperas que los lectores, especialmente los niños, sientan o aprendan al leer el libro?
IH: Primero, que disfruten de la musicalidad de la poesía. Es tan simple esta ronda de G. Mistral, es tan directa, que tiene una belleza casi concreta, tangible. Y luego, claro, espero que los niños disfruten la propuesta de la imagen y si son curiosos, que descubren la ronda interior que regala el libro. Que jueguen con él y se hagan parte.
A: ¿Cómo ha sido la recepción de hasta ahora? ¿Has recibido comentarios que te hayan sorprendido o emocionado?
IH: Si, he recibido lindos comentarios y hartas fotos de niños mirando el libro o jugando con él y me da mucha alegría ver eso. Para quienes hacemos libros, ver un libro en el que uno ha trabajado usado, ajado, es el mejor premio que hay.
Una mamá me contó que su hijo, luego de la Ronda, ha roto varios de sus libros tratando de “rondizarlos” para encontrar el lado escondido.
A: ¿Tienes algún proyecto futuro en mente que te gustaría compartir? ¿Hay algo que estés deseando explorar en tus próximas obras?
IH: Estoy trabajando en una nana española muy linda, que me tiene entusiasmada porque estoy usando un método que no he usado antes.
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